Recomendaciones ante el calor para población trabajadora:
- Informar a la persona responsable en la cadena de mando de si alguna vez has
tenido problemas de salud con el calor o si te parece que no estás aclimatado/a al
calor en relación a las tareas asignadas. - Comunicar a las personas encargadas de Vigilancia de la Salud aquellas
enfermedades que puedas padecer y el consumo habitual de fármacos ya que,
combinado con la exposición a temperaturas elevadas o esfuerzo físico importante,
pueden tener un efecto negativo sobre la salud. - Adaptar el ritmo de trabajo a tu tolerancia al calor.
- Descansar en lugares frescos, varias veces a lo largo de la jornada laboral.
- Cesar la actividad si detectas alguno de los síntomas previos al golpe de calor
(calambres, mareos, piel fría y mojada por el sudor, signos de deshidratación, como
sed, boca y mucosas secas, debilidad, fatiga excesiva, nauseas, taquicardia, etc.)
Retirarse a un lugar fresco hasta que te recuperes, pues continuar trabajando
puede ser muy peligroso. Comunicar la situación al personal cercano de la plantilla
así como a la persona responsable en la cadena de mando. Evitar conducir hasta
una completa recuperación. - Beber agua con frecuencia durante el trabajo aunque no tengas sed. También es
preciso prolongar la ingesta de agua cuando estés fuera del trabajo. - Evitar bebidas con cafeína (café, refrescos de cola, etc.) y bebidas muy
azucaradas. - Evitar comer mucho y las comidas ricas en grasas: comer fruta y verduras; tomar
sal con moderación en las comidas. - Ducharse y refrescarse al finalizar el trabajo y, en caso necesario, en el
transcurso de la jornada. - Usar ropa de verano, ligera y holgada, de tejidos frescos (algodón y lino) y
colores claros que reflejen el calor radiante. Proteger la cabeza del sol (mejor con
sombreros con visera, o de ala ancha).